sábado, 24 de abril de 2010

Siempre pasa lo mismo...

Siempre me pasa lo mismo, me digo : Voy a intentar actualizar el blog cada poco tiempo, pero al final entre unas cosas y otras pasan 1, 2 o incluso más meses sin escribir nada aquí...

Esta semana ha caído en mis manos un libro que llevaba tiempo buscando. Descubrí a su autor un día de verano visitando la isla de Tenerife.

Era mi tercera visita a la isla, que bien podrían considerarse tan sólo dos, porque la llegada con el barco del Desafío Atlántico fueron apenas 24 horas. Intentando visitar y conocer las cosas que por falta de tiempo me había resultado imposible dos años antes, entré en el parque Etnográfico Pirámides de Güimar.

Sin saber muy bien que me iba a encontrar, la sorpresa allí dentro fue mayúscula. Es un lugar con estructuras piramidales hechas de piedras, orientadas hacia los solsticios de verano e invierno, que tienen muchas características en común con otras estructuras similares a miles de km entre sí: Egitpo,Perú,México, etc.

La persona que impulsó este parque y lo relacionó con otros de igual aspecto fue un antropólogo noruego llamado Thor Heyerdhal.

Este hombre con inquietudes y curiosidades diversas, demostró su teoría, que consistía en que antes de que los hombres de la Edad Media pensaran ni siquiera en la idea de viajar en barco, las antiguas civilizaciones ya utilizaban balsas de madera y cañas para realizar grandes desplazamientos oceánicos.

Ante la incredulidad de la gente que le rodeaba, organizó un equipo de 6 personas, y tras consultar y recopilar información, construyeron una balsa como la que los antiguos habitantes de Perú fabricaban. La aventura fue llamada: Expedición del Kon-Tiki

Sin conocimientos de navegación y con un medio tan rudimentario como esa balsa de 10 troncos atados entre sí, partió rumbo a la Polinesia para demostrar que las antiguas tribus Peruanas,Ecuatorianas, etc fueron los primeros probladores de las islas del Pacífico Sur.

En años posteriores, organizó otros viajes para probar teorías similares como la que dice que los Egipcios pudieron llegar hasta América.

Ignorado y tachado de locos por otros antropólogos, adorado y seguido por otros tantos, Thor fue una persona que consiguió recuperar en cierta medida el interés por las culturas antiguas.

Si alguien está interesado en el libro, su nombre no puede ser más sencillo: La expedición de la Kon-Tiki. Está editado por la editorial Juventud (hay otras ediciones más antiguas) y se puede encontrar en la casa del libro.

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